¿Quién es el enemigo real del Pole Dance?

 

La visión de Michèle Ohayon que, a primera vista, no queremos admitir.


 

        “Strip down, Rise up”, el documental recién estrenado en Netflix que nos muestra el avance obtenido por un grupo de mujeres inexpertas en Pole Dance. Una superación que va más allá de la exigencia física o las instrucciones de un baile con un tubo, sino también nos da noción del vencimiento de miedos, prejuicios y traumas. Todo un proyecto audiovisual dirigido por Michèle Ohayon, nominada al premio Óscar por “Colors Straight Up” en 1997.

 

        Quiero resaltar la cierta similitud que hay entre el documental realizado hace casi 25 años y el actual largometraje traído a discusión. “Colors Straight Up” plasma el deseo de superación de unos chicos marginados de una parte muy empobrecida de la ciudad de Los Ángeles y esa búsqueda de una mejor vida la llevan a cabo, por medio de las artes escénicas. En una reciente entrevista, Ohayon dice:

 

“Creo firmemente en el poder del arte para transformar”

I believe very strogly in the power of art to transfor
‘Strip Down, Rise Up’ Exclusive Interview with Michèle Ohayon
The Ultimate Rabbit - Youtube

 

        Una importantísima observación que hace una persona que no está muy sumergida en el mundo de esta disciplina.

 

        Unos meses atrás, escribí en este blog acerca de la acción inmediata de ver el Pole Dance como un deporte y mi intriga de ver como muchos practicantes dejan las ventajas artísticas de la danza en un segundo plano. A pesar del tiempo, seguimos sin tener claro cómo buscar el balance entre lo atlético y lo artístico. Sin embargo, en el presente año, me causa curiosidad que una mujer que decidió producir un largo trabajo cinematográfico, le haya llamado la atención un mundo de Pole Dance mucho más vinculado al arte, que al deporte. Esto considero que es un interesante dato para saber cómo nos observan las personas que están exentas de la práctica de este baile.

 

        Tomando la premisa del Pole Dance como una expresión artística, la escritora y directora del documental, nos quiere mostrar la transformación que ocurre dentro de las personas que deciden bailar con una barra, mucho más allá de lo físico.

 

        Leyendo las críticas generales que pudo surgir en el gremio del Pole –y yo, siendo una persona muy inmersa en dicha comunidad- puedo comprender la insatisfacción de la poca información mostrada sobre la evolución física que sufre un poledancer.  Yo puedo entender que se hayan quedado cortos los intríngulis. Las expectativas generales no fueron las esperadas. Pero ¿realmente ese fue nuestro primer obstáculo de superación cuando comenzamos a hacer Pole? ¿La condición física fue el talón de Aquiles de nuestros inicios?

 

        Si eres alguien que practica Pole Dance desde hace mucho tiempo, me gustaría que a partir de aquí, te remontes al momento que decidiste dar ese paso adelante e intentar una clase. Trata de desvincularte de todo el sacrificio y las horas de entreno que has invertido a lo largo de los años y recuerda el momento exacto que estabas en la puerta de tu primera experiencia. Es más, si podemos irnos más atrás, trata de revivir la ocasión cuando pasó por tu mente la idea o inquietud por conocer sobre el Pole Dance. Creo que muy pocos imaginaban lo arduo que es el trabajo en el tubo. Pocos habrán sospechado de la aparición de los hematomas y las quemaduras. Y si me atrevo a irme a lo técnico, jamás se te pasó por la cabeza pensar en líneas y puntas de pie. La técnica que uno pudo deducir que existía no fue –ni es- nuestro primer obstáculo al momento de la decisión de iniciar. La constancia que en la actualidad te puedas sentir orgulloso por tus logros, nos opaca un detalle primitivo: La mente.

 

       Si en aquel tiempo fuiste una persona que no se dejó llevar por el pensamiento del qué dirán, considérate un privilegiado. Sin embargo, la realidad es que mucha gente se cuestiona el dar el primer paso.

 

        Por un lado, supongamos que tu primera intención es buscar una manera de entrenamiento diferente. Imaginemos que quieres ampliar tus experiencias de cuidar tu cuerpo de un modo distinto que ir a un gimnasio, hacer natación, etc. Entonces, el Pole Dance puede venir a tu cabeza como una opción, pero al instante de pensarlo, también te surgen dudas. Te cuestionarás si es algo bueno para ti.  En el pensamiento, debatirás si es una cosa que no debes practicar, ya sea porque lo relacionas directamente con un baile de club de strippers o porque irían en contra de tus principios. Te preguntarás si eres lo suficientemente capaz de resistir a las críticas, a los comentarios, a las burlas. Te convencerás que con la discreción será la mejor manera del querer practicarlo. O qué pasa si imaginamos el peor de los casos y nuestros seres queridos nos sugieren –o nos obligan- el ocultarlo. Esto no ocurre con otras disciplinas. El yoga, el voleibol, o el tenis no son algo tabú. El Pole Dance tristemente, queridos lectores, lo sigue siendo.

 

        Existe otra parte del colectivo común que no comprende la razón de llevar poca ropa. El tema corporal, separándolo de la condición física, también es una traba en las primeras etapas de iniciación. Si ahora tú, que llevas mucho tiempo haciendo Pole Dance, tienes una colección numerosa de outfits para tus clases, remóntate a tus comienzos. ¿No te daba vergüenza desprenderte de alguna prenda de ropa, durante las clases? ¿No sientes que has superado la timidez de andar en un lugar cerrado, con desconocidos, y que tu indumentaria sea de escasa tela? Aquí también nos enfrentamos a los complejos individuales. Existen muchas personas que a pesar del deseo de bailar Pole, se lo piensan dos veces, sólo por el simple hecho de no mostrar su físico y esto ocurre en la mente de individuos que nunca han ejecutado este baile, como también lo vemos en las grandes estrellas de Pole Dance:

 


        Anastasia Skukhtorova, el 22 de enero de 2021 posteó en Instagram un video donde ella afirma que se sentía avergonzada por cómo se veía su cuerpo. Ella misma dice, en su publicación, que tardó años en sentirse con suficiente confianza para compartirlo en las redes sociales. Este es un ejemplo de realidad que claramente nos nuestra que los complejos muchas veces nos superan. Piensa, querido poledancer, en algún momento que te hayas grabado y al verte te decepcionas porque no te gusta cómo te ves. Aquí la lucha no está en la capacidad motora para realizar algún movimiento, está en ganarle la batalla a los enanos mentales que no te dejan amarte tal cual como eres.

 

        La sensualidad es el eslabón que parece ser la eterna manzana de la discordia y me hace entender que seguimos sin aceptar la historia sobre el origen de la disciplina. Increíblemente la directora del documental comenta, en dicha entrevista, lo siguiente:

 

“Sólo quiero señalar que la comunidad de Pole Dance está sumamente agradecida con las strippers que han inventado los movimientos sensuales y que simplemente estas comunidades están tomando una dirección diferente. Así que yo creo que esa parte (la sensualidad) siempre estará ahí, pero es una decisión”

“I just want to make a note that pole dance community is extremly grateful to strippers who have invented the pole dancing sensual moves and they’re just taking in a different direction. So I think that part will always be there, but that’s a choice”.
‘Strip Down, Rise Up’ Exclusive Interview with Michèle Ohayon
The Ultimate Rabbit - Youtube

 

 

        Es interesante resaltar esa elección de tomar el Pole Dance como una exploración a la sensualidad. Yo creo que es un enganche perfecto para buscar esa seguridad que anhelas, tener una mejor actitud y quererte como eres. Estoy seguro que mucha gente tiene, como primera intención, las ganas de saber conectar con el deseo de verse sensual. Y nosotros, como comunidad, no debemos menospreciar esa cualidad. Quizá para muchos esta idea no les hacen sentir cómodos, pero para eso existe la diversificación de las clases. El Pole Exotic existe por algo. Hagamos el ejercicio simple de observar el cambio que hay en una persona al montarse en unos tacones. A primera impresión nos dejamos llevar por el dominio de bailar, pero vean con profundidad que la práctica de Pole Dance hace más seguro a sus compañeros.

 

        Toda esta evolución primitiva carece de la exigencia física del ejercicio. ¿Es importante? Sí, sin duda. Pero no es nuestro primer impedimento. El enemigo está en la mente. Es el pensamiento donde tenemos el cúmulo de ideas prejuiciosas, creencia de defectos, complejos e inseguridades. El Pole Dance es una de muchas actividades que logran cambiar el estado de ánimo, pero desgraciadamente ante la mayoría, practicar este baile sigue envuelto en estigmas.  Este documental busca mostrar la cruda realidad que atravesamos.

 

        Comprendo que si eres un poledancer, puedas sentirte insatisfecho por el producto final de “Strip Down, Rise Up”, pero reflexiona un poco: Seguimos siendo una comunidad pequeña. Aunque nosotros nos ejercitemos haciendo esta disciplina, la gente nota más el cambio anímico, junto al desarrollo de una inteligencia intrapersonal (autoconfianza y automotivación) y se le da más importancia a eso en estos tiempos donde nos encontramos surfeando la ola del empoderamiento de grupos marginados. Los medios de difusión ahora están volteando la mirada hacía nosotros porque notan el cambio que podemos producir ante los individuos. No es en vano, como recientemente la revista Vogue dedicó un reportaje sobre Pole Dance o como el "The New York Times" escribió una reseña hablando sobre este largometraje.

 

Señoras y señores: apenas nos estamos abriendo en el mundo.

 

        Este documental no va dirigido a los practicantes. Va encaminado a mostrar la transformación emocional que vivimos al mundo que nos desconoce.

 

 

 

PD: ¿Qué no me gustó del documental? La delgada línea que sobrepasa al trabajar con las emociones de las chicas que han vivido traumas. Yo sí considero que practicar Pole Dance puede ayudarte con tu vida para darle la confianza de abordar algún problema personal. Pero, en un estudio de baile no pienso que sea el mejor lugar para trabajar esos traumas. Son cosas muy delicadas y lo mejor que uno puede hacer es recomendar una ayuda profesional. Aunque en el documental lo matizaron muy sutilmente con una corta aparición de una psicóloga.

  

 

 

JL

 

 

Entrevista:
‘Strip Down, Rise Up’ Exclusive Interview with Michèle Ohayon
The Ultimate Rabbit - Youtube

https://www.youtube.com/watch?v=L1pqjir-byA

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