Quizá

"Hola pequeño"

Ilan Chester dice en una canción que los amores que se tienen en la vida, nunca se olvidan… “Es verdad”





      Esta canción la escuché, por primera vez, en un reto de “Yo sí canto” del programa Súper Sábado Sensacional. No recuerdo con exactitud qué edición fue… pero la semana siguiente, luego de esta presentación, mi culmina favorita –El Sepulturero- criticaba las elecciones de las canciones porque le parecían algo viejas. Quizá, la podría comprender porque en la actualidad predomina el sabor de los ritmos bailables pero si no fuera por ese día que, acostado en mi cama, pasé de canal y quedé viendo Venevisión, nunca hubiese conocido este tema del año 1984 y que me recuerda a ti…


Es verdad.


“Es verdad, los amores que se tienen en la vida, nunca se olvidan… son aromas que se quedan en el aire y una estela de fragancias van dejando.”


       No será “la canción más bonita del mundo” pero el primer verso de la estrofa inicial lo comparto perfectamente. No te podría olvidar, menos siendo mi primer amor. Siempre fui el dramático y en esta ocasión debo serlo. ¡Qué loco! Más de un año sin verte y hablar contigo fue gratificante. Tantas anécdotas… Siempre digo que no me arrepiento de nada… de hecho, era así hasta el día que le dije a la “enana chavista” que si lamentaba algo: Haber terminado lo nuestro. Estaba molesto, saturado de cosas perturbadoras en ese diciembre de 2012. Fui radical. Pero bueno, así fue. Igual, te confieso… removiste muchas cosas cuando te volví a ver.


“Es verdad, una luna y un romance en la distancia, son elegancias que decoran los sentires más profundos y una enseña de esperanzas van dejando.”


      Sí. Todo ese tiempo sin hablarte pasó por pensar que había discordia entre nosotros. Sin embargo, eso no quiere decir que me desinteresé de ti. Yo sabía que salías con alguien mucho antes de encontrarte un día en el gym. “Chamo, que chismoso”, dirías. Lo sé. Igual a la distancia, las cosas que me vinculaban a ti siguen evocando momentos claves.

      Los Cds de música llanera… esos si se perdieron. Confórmate con la “lírica urbana” de Emilio. –Jajaja- pero los de Juan Luis Guerra creo que los tienes completicos. A ese cantante le debo un hermoso recuerdo. Mi cumpleaños número 21, celebrado un viernes por la noche en una casa de Higuerote. Al día siguiente, salimos a Chirimera –creo que fue ahí- solos. Dimos una vuelta por el pueblo y camino de regreso, en el Mazda, estaba recostado en tu hombro, con nuestras manos entrelazadas, bajo el fondo de Estrellitas y Duendes… Nunca creí que ese trayecto estaría tan marcado en mi mente. Seguro vivirá en mi recuerdo… como un simple aguacero.

      Ahora estoy “activado modo cuchi”. Hasta el sol de hoy, cuando no tengo el iPod, la emisora puesta por inercia es Planeta. Una maña que me dejaste, luego de escuchar infinitas veces “La Soda de la noche”: El programa que tiene toda la vida y que tu hermano escuchaba cuando vivía aquí –Un ¡Yes! por eso-.


“Quizá mañana será un nuevo día, cuando me llames pidiendo que vuelva otra vez. Quizá entonces veamos los errores y en nuestros corazones volvamos a vivir. Quizá mañana será un nuevo día, cuando las cosas más bellas volvamos a ver…”


      Ahmm… ¡bueh! Esto lo dudo. Pero quién sabe… Quizá… quizá. Aunque seguramente, seria yo el que llamaría. Solo espero que el día, el que tenga que llegar, este lleno de muchos “abrazos blancos”. En este momento, me invade una nostalgia grandísima y algunas lágrimas empiezan a aparecer. Es inevitable no ponerme a llorar… tú sabes por qué.

      Y volviendo al presente… tienes pareja. Me pides que alegre mi cara –aunque creo que lo haces pensando que me acuerdo de alguien, pero NO ES POR ESO… y no te lo puedo decir porque es como que leas esto- Es más que todo un lamento por mirar atrás y ver lo feliz que fui contigo a mi lado. Eso sí me cambia el semblante. Ahora me escribes… me recuerdas muchas cosas y mientras tanto, yo no puedo ni lanzarte una piedra. Por temor a que me eches a un lado por siempre. Igual, el día que me digas que te vas a Canadá, me entrará una tristeza grande porque aunque los planes son “un año de inglés”, quizá te quedes a vivir y ahí si seguro no te veré más. De eso –y no me refiero a Robbie- solo me alivia el hecho de saber que estarás bien.



“Quizá entonces, al fin y a todas estas, borrón y cuenta nueva, volvamos a entender… que el amor es el derecho y el deber.”



PD: Espero seguir contando contigo, si algún día lo lees. Te quiero.


Ama.
Torse.

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